Después de meses de contingencia la novedad se vuelve rutina y esto significa la posibilidad de hacer cosas en el día a día que antes posiblemente reservábamos para casos extremos. Ahora que nuestro día a día se amarra cada vez más a una computadora o a un teléfono celular también empiezan a aflorar las bondades o deficiencias de nuestros equipos.
Si antes podíamos aguantar unos minutos para subir una imagen o descargarla, escribir un reporte y enviarlo en lugar de imprimirlo, ahora que estas actividades se multiplican por la naturaleza de las circunstancias es que llegamos apreciar la velocidad, rapidez o capacidad de almacenamiento de nuestra compu, pero si es lo contrario y nuestro equipo es de los que se quedan "pensando" más de la cuenta para realizar una tarea o tenemos que estar borrando archivos o fotos para que le quepan nuestros documentos de trabajo entonces la perspectiva cambia y es cuando replanteamos las necesidades de inversiónpara actualizar o adquirir nuevos gadgets.